«Seguramente se habrán dado cuenta de que rodar en celuloide se ha puesto de moda. Las personas que hacen cine saben perfectamente cuál es el atractivo del grano y lo hermoso que queda en pantalla grande reconocer que una película ha sido “filmada”. La alternativa es crear grano de manera digital, imitar el aspecto y la textura de cualquier material fotoquímico con técnicas específicas durante la postproducción. Es curioso que esto pase en una época en la que hemos casi enterrado la proyección analógica y en la que las instituciones que poseen archivos fílmicos deben ponerse al día y aceptar la digitalización como la nueva manera de preservar el patrimonio cinematográfico.

(…)

Es curioso cómo cada año nos cuesta encontrar joyas en el cine contemporáneo, con grano de verdad o de mentira, y sin embargo nos siguen sorprendiendo películas filmadas antes del cambio de siglo. Confiamos en que así seguirá pasando y que en los viejos archivos de filmotecas no se quede abandonada ninguna obra maestra a redescubrir (o descubrir) por nuestro público más cinéfilo».

Gloria Benito


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