‘Mudos testigos’, una historia contemporánea con imágenes de hace un siglo

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 La obra póstuma de Luis Ospina codirigida por Jerónimo Atehortúa Arteaga se estrena en España dentro de la competición de Largometrajes de la Sección Oficial del Festival

 El film, que recupera fotogramas de películas del cine mudo colombiano para crear un nuevo melodrama ficticio que también aborda la situación social del país a principios del siglo XX, puede verse este martes 18 de abril, a las 20:30 horas, en la sala 9 y el miércoles 19, a las 17:15 horas, en la sala 5 de Cinesa El Muelle

 El catálogo y la rejilla de programación al completo se pueden consultar en la web oficial lpafilmfestival.com

Las Palmas de Gran Canaria, martes 18 de abril de 2023.- Fotogramas del cine mudo vuelven a la gran pantalla para contar una nueva narración de ficción: la del imposible romance de Efraín y Alicia. Mudos testigos (Colombia, 2023, 78 min.), la obra póstuma de Luis Ospina codirigida por Jerónimo Atehortúa Arteaga, rescata imágenes centenarias para contar una historia contemporánea que se estrena en España en el marco de la vigésima segunda edición del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria donde se podrá disfrutar de su proyección hoy martes 18 de abril, a las 20:30 horas, en la sala 9 de Cinesa El Muelle. Su último pase tendrá lugar mañana miércoles 19, a las 17:45 horas, en la sala 5.

Tras haber pasado por el Festival Internacional de Cine de Róterdam, el largometraje recala en la Sección Oficial de la cita capitalina que, paradójicamente, fue el punto de partida de la amistad de los realizadores. Y es que según ha recordado Atehortúa, su relación se estrechó tras coincidir en la edición de 2018 en la que Ospina era miembro del jurado y él participaba en MECAS con Pirotecnia. «Casi un año después surgió la idea de hacer la película», ha señalado quien esta tarde presentará el film y charlará con los espectadores.

La propuesta le llegó del fallecido cineasta quien, por aquel entonces, «sentía que no tenía fuerzas para filmar otra película» y encontró en el patrimonio cinematográfico de su país natal la oportunidad de contar una nueva historia. No tuvo tiempo de culminar el proyecto que, tras su muerte en 2019, quedó en manos de su compañero con tan solo cinco minutos editados.

«Luis había dejado un guion que, más que un guion, era una lista de deseos», contó el también productor, quien se sumergió en los archivos fílmicos «con un ojo más detectivesco» para continuar con la película que es, además, su opera prima. Atehortúa, que cuenta con una dilata experiencia en la dirección de cortometrajes, inició así un «proceso largo, bello y dialéctico» con horas y horas de visionado de las imágenes seleccionadas para dar vida a Mudos testigos, que ya se ha estrenado en el circuito independiente colombiano con gran aceptación del público.

«Ir a ver las copias preservadas fue maravilloso, porque nosotros conocimos estas imágenes en primera instancia por unos DVD publicados por la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, pero después de un trabajo muy arduo pudimos acceder a las copias de exhibición en 35 milímetros y me di cuenta de que las películas son muy distintas a lo que está publicado», explicó el cineasta sobre el descubrimiento de este material tan especial que ha servido para crear el melodrama que utiliza «como columna vertebral” El amor, el deber y el crimen (1926).

La película está integrada por fotogramas de alrededor de una veintena de títulos que vieron la luz entre 1922 y 1937 como Aura o las violetas (1924), Como los muertos (1925), María (1926), El trágico final de Gardel, su última despedida (1935) o Los primeros ensayos del cine parlante nacional (1937). A través de ellas se cuenta el controvertido romance que protagonizan Efraín, Alicia y Uribe, personajes a los que dan vida los legendarios actores Mara Meba, Roberto Estrada Vergara y Rafael Burgos, respectivamente; así como también se abordan otros temas sociales como las condiciones de vida de los campesinos.

Los fragmentos seleccionados para la obra «no se restauraron», ya que según ha comentado en un encuentro con los medios el director, querían «conservar las heridas de las imágenes». Asimismo, Atehortúa señaló que la creación de la trama ha ido más allá de yuxtaponer fotogramas y agregar textos, «también hay un diálogo con la literatura colombiana de comienzos del siglo XX, sobre todo, en el tercer acto que es una miniadaptación de «La vorágine» de José Eustasio Rivera».

Todo ello ha desembocado en un film que no por usar materiales de hace más de cien años deja de ser contemporáneo. Según el realizador, Ospina veía en Mudos testigos una «película imaginaria, de vanguardia» nunca antes hecha en su país natal. «Para nosotros funciona la noción de historia potencial. Aquello que no sucedió en Colombia, pero que pudo haber ocurrido». La idea, no obstante, «no es engañar al espectador», ha aseverado. Para ello, en esta «reinvención de la tradición» se emplean algunos elementos como el uso de un lenguaje más contemporáneo en algunas partes del largometraje que sirven de «marcas a los espectadores para que sepan que, aunque esta película esté hecha con imágenes de hace más de cien años, se les está hablando desde 2023».

El Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, organizado por el área de Cultura del Ayuntamiento de la capital grancanaria, a través de Promoción de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, cuenta con ayudas públicas del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) y del programa para la internacionalización de la cultura española, PICE Visitantes, de Acción Cultural Española (AC/E).

Entre los aliados destacados del certamen se encuentran Cinesa El Muelle, Centro Comercial El Muelle, Hotel Cristina by Tigotan, Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología o Casa África, espacios que también funcionan como sedes o acogen actividades de la cita cinematográfica; además de otras instituciones y entidades como Sagulpa, Hospitales San Roque, Audiovisuales Canarias, Music Library & SFX o el International Bach Festival. Asimismo, su mercado, MECAS, es posible gracias al patrocinio de la Gran Canaria Film Commission-Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria y al apoyo de Canary Islands Film y Proexca.

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